En el aire se puede apreciar
el olor a sinceridad que emana
de tu frágil figura.
Tus ojos devoran mis iris,
me analizan. Me desnudan.
En el aire se puede palpar
el sabor de tu voz
impregnada de sutileza
y dulzura.
Recorro e idolatro tu forma,
tu marmórea escultura.
Tu silueta y la mía
se hacen
una.
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