sábado, 16 de julio de 2011

Todo vuelve


Y de repente, todo se para.
-dolor punzante en el pecho-
Y vuelve su silueta, y  su olor;
y su luz.
-dolor punzante en el pecho-
Vuelve el recuerdo y tacto
de sus mechones de raído oro,
cascadas vítreas y delicadas
que caían livianas en su rostro.
-dolor punzante en el pecho-
Las cicatrices vuelven
a supurar negro, destemplanza.
Los cuervos terminan
con todo vestigio
de lo que fuera esperanza.
-dolor punzante en el pecho-
Y es que finalmente,
en un último estertor
termina de morir el tejido necrosado
que un día fue un corazón. 
-dolor punzante en el pecho-