jueves, 24 de octubre de 2013

Un jardín ya olvidado

En mi interior
las hojas ya muertas de árboles ilusamente
centenarios
          -árboles jóvenes mas ya curtidos-
caían para seguir pudriéndose.
Y los frutos no daban nueva vida.
Y la podredumbre sólo engendraba moscas,
y ningún fénix renacía de sus cenizas.

Un día, sin embargo,
de forma arbitraria  y cuanto menos esperada,
alguien dejó unas flores en mi tumba ya cavada.
Flores que, por imposible que fuese,
 añadieron matices de color y aroma
a mi denso,  podrido y opaco interior.
Alguien temía que me fuera,
Alguien temía que me pudriese.





lunes, 17 de junio de 2013

Evangelium Fracti

Algo está muy roto.
Mientras el nihilismo
cala en los huesos humanos,
cada vez cuesta más respirar.
Mientras el mensaje mesiánico
de utopía, luz y filantropía
se degrada por mentes retrógradas,
retorcidas, tradicionales y ahogadas
en su propia frustración,
cada vez son más quienes saltan al vacío.
Porque algo está muy roto.
Mientras las cadenas estrangulen
la débil tráquea de la existencia,
mientras los pulmones se llenen de humo,
los arcángeles de ojos negros
segarán con su hoz todo intento de rebelión.
Y es que, definitivamente,
algo está irremediablemente roto.
Pero por nada bajemos la vista,
y que nada impida que alcemos la voz.

Apoteosis

Mira hacia arriba, risueña
-todo gira, todo orbita, todo está
subordinado a tu caos-.
Sonríe con tu obra,
tú, arquitecta de mi existencia
y de mi locura.

Y es que una palabra tuya
y los cielos se desangrarán por ti.
Y el sol se marchitará por ti.
Y la luna se suicidará por ti,
en el silencio de una noche

especialmente oscura. 

viernes, 7 de junio de 2013

Recojo tempestades.

Tiendo a sembrar momentos ventosos
-infernales-
y a recoger recuerdos cuanto menos
tempestuosos,
inmortales.

Camisa de fuerza

Grito.
Mis ojos se quedan blancos.
Convulsiono
en espasmos involuntarios
de frustración y odio.
El señor loquero me exige que me calme.
Grito. Grito y no me oigo.
Me retuerzo en un espacio limitado,
me ahogo y hundo
en un aire de mercurio y plomo.
La claustrofobia es palpable.
Grito. Grito y no me oigo.
Vuelvo a preparar mi camisa de fuerza
y vuelvo a sumergirme en el lodo.
Todo aparenta ser como antes.
Grito. Grito y no me oigo.
Grito y no me oyes. 

lunes, 27 de mayo de 2013

Libérame.

Cierra los ojos y anda a ciegas,
tantea el espacio mudo.
Vence al espejo
y recorre el nuevo mundo.
-plumas, sangre, cuero-
Aspira el especiado olor
de cuanto se te ofrece,
y juega con el tiempo
y con la nada, con el vacío entero.
Escucha atenta cómo canta la alondra;
el sol está al llegar.
Libérate, libéranos.
Coge mi mano.

Echemos a andar. 

lunes, 11 de febrero de 2013

Vuela.

Vuela, águila.
Despliega tus alas inmaculadas
y despega
ya exenta de cualquier atadura,
de cualquier bozal.
Servidor
-cuervo gris y corroído-
te observará marchar.
Y aunque se halle hundido,
descompuesto y desvalido,
no vuelvas la vista atrás.
Porque él te ama
y ha jurado no olvidarte nunca
aún sabiendo que
el amor entre un águila
y un cuervo
nunca llegaría a despegar.
Dicen
que siempre es más oscuro
justo antes del amanecer.
Yo no lo niego,
sino que le doy un ligero
-y bizarro- enfoque:
el amanecer, en ocasiones,
no es bienvenido.

Eutanasia

Será mejor que se apaguen ya
las velas;
es hora de dormir.

Será mejor desconectar
                   -ya como medida de supervivencia-
la bomba que inyecta
rubor a tus mejillas.
El motor que te hace sonreír,
que te da la vida
                   y que da sentido a la mía.

El amor es pura y meramente
una afirmación darwinista:
sólo el más fuerte sobrevive.

Idealista

Puede que me deje
llevar por mis utopías.
Puede que mis ideales
me arrastren consigo
-a yermos fosos de decepción-.
Puede que no vea mis sueños
como sueños
sino como fechas en mi calendario.
Puede que mi corazón lata
tan fuerte que no sea capaz
de escuchar qué divaga mi mente
y qué pronuncian mis labios.
Y es que sin embargo,
de lo único de lo que estoy seguro
es de que te vivo.
De que te amo.

Requiescant in pace.

Esa sensación en el pecho 
de cuando lo inminente
es, si cabe,
aún más vaticinable. 
Esas manos hipócritas
que te llevan lejos de mí.
Esa máscara de valores arcaicos
-obsoletos y primitivos, mas indiscutibles-
que afirman que lo que hay
será así por los siglos
de los siglos.

Y es que una parte en mí 
se niega.
Y se rompe.
Y cae
y vuelve a caer para levantarse
y seguir luchando
-ya sin armas-
contra lo establecido,
en ese coliseo de vanidades que llamamos 
sociedad. 
 
Son los cristianos quienes, esta vez, me echan a los leones. 

Fade Out

De toda la gama cromática
el verde
es el color que más tarda en
desvanecerse.

lunes, 21 de enero de 2013

Hallelujah.


En el aire se puede apreciar
el olor a sinceridad que emana
de tu frágil figura.
Tus ojos devoran mis iris,
me analizan. Me desnudan.
En el aire se puede palpar
el sabor de tu voz
impregnada de sutileza y dulzura.
Recorro e idolatro tu forma,
tu marmórea escultura.
Tu silueta y la mía
se hacen
una.