lunes, 21 de enero de 2013

Hallelujah.


En el aire se puede apreciar
el olor a sinceridad que emana
de tu frágil figura.
Tus ojos devoran mis iris,
me analizan. Me desnudan.
En el aire se puede palpar
el sabor de tu voz
impregnada de sutileza y dulzura.
Recorro e idolatro tu forma,
tu marmórea escultura.
Tu silueta y la mía
se hacen
una.