Este mismo día, hace ocho años, murió la banda sonora de mi vida. Se apagó la voz de Elliott Smith. Por eso, le quería dedicar este día. A él, a su música.
La primera vez que lo escuché fue por casualidad, y su voz serena y cargada de emociones me llegó desde el primer momento. Empecé a profundizar en su música, sus letras. Ha sido mi principal fuente de inspiración artística, tanto musical como lírica. Y aunque él ya no esté, su música permanecerá con nosotros. Por siempre, en los mejores y peores momentos.
Así que aquí me encuentro, dedicándole estas letras como si él me hubiera dedicado todas las suyas; como si hablara de mí en cada uno de sus poemas.
Gracias Elliott. Se te echa de menos.
Descansa en paz, te lo mereces.
Michael Rust.
Steven Paul "Elliott" Smith
1969 - 2003
